Hoy nos reunimos para rendir homenaje a una mujer cuya vida fue un ejemplo de humildad, generosidad y profunda fe: Josefa Mercedes Marrero Bolaño. Con 91 años de sabiduría y bondad, nos deja un legado imborrable. Madre, abuela, creyente, pero, sobre todo, una gran persona, enfocada siempre en hacer el bien.
Como patrona de la Fundación Senses, Josefa no solo fue pieza clave en su formación. También fue el alma y corazón de la organización. Su visión de un mundo mejor, donde las personas con trastornos degenerativos y enfermedades crónicas pudieran encontrar atención, apoyo y esperanza, guió cada paso de la fundación.
Ella entendía en carne propia lo que significaba enfrentar limitaciones físicas y mentales. Sabía lo difícil que era mantener la esperanza cuando el cuerpo y la mente se ven afectados. Esa sensibilidad y su deseo de mejorar vidas la llevaron a comprometerse plenamente con nuestra causa.
Josefa creía en el poder de la salud física y el deporte como pilares para el bienestar integral. Su apoyo fue crucial en el desarrollo de programas que fomentan un estilo de vida saludable. Pero más allá de eso, su humildad y fe inquebrantable marcaron cada acción que emprendió. Nunca buscó reconocimiento; su única recompensa era saber que estaba contribuyendo al bienestar de los demás.
Hoy, mientras lloramos su partida, también celebramos la vida de una mujer extraordinaria. Josefa nos enseñó a nunca rendirnos, a buscar siempre el bien y a mantenernos firmes en la creencia de que el amor y la solidaridad sanan incluso las heridas más profundas.
Con el deseo de honrar su memoria de manera significativa, el equipo de la fundación decidió participar en un evento especial: la Regata Canarias-Madeira.
Con un esfuerzo inimaginable y superando obstáculos que habrían vencido a muchos, nuestro equipo no solo completó la carrera. También logró destacarse de manera extraordinaria: campeones en la categoría Open 2 y subcampeones en la categoría Open General.
La regata, con todas sus dificultades, nos recordó el camino diario que recorren nuestros beneficiarios. Cada ola enfrentada, cada viento que desafió nuestras velas, nos hizo sentir la presencia de Josefa. Su amor, su fe y su incansable deseo de mejorar la vida de otros nos guiaron durante toda la travesía.
En su memoria, continuaremos el trabajo que ella tanto valoró. Su legado vivirá en la Fundación Senses, en cada persona que ayudó y en cada vida que transformó.
Gracias, Josefa Mercedes Marrero Bolaño, por tu luz, tu bondad y por ser siempre un faro de esperanza y ejemplo para todos nosotros.
Cabe destacar que este año la regata fue especialmente desafiante. Las condiciones climáticas fueron las más difíciles que se recuerdan, poniendo a prueba la capacidad y el coraje de los 45 barcos participantes.